Mi madre: LA REFERENCIA
Las madres siempre aciertan.
Ahora dispongo de algunas horas
que siempre necesité, aún pagando el peaje que eso inevitablemente conlleva: más
años, más arrugas… y también más vida vivida y el fruto de algunas siembras.
Satisfacciones efímeras que retengo, guardo y administro como mi tesoro.
Ella, con todas las
imperfecciones del ser humano, ha sido y es imprescindible. Un ejemplo de
honestidad, esfuerzo y superación, un punto en el que mirar hasta en las
ocasiones en las que su reflejo me ha servido para cambiar el rumbo, un eco, una
muestra de amor eterna, un hondo suspiro, un paso firme, un orgullo, un te
quiero, un hasta siempre, un hasta el cielo, un poema…LA REFERENCIA en mayúsculas.
PepaFraile 2013
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6 comentarios:
Me encantaron tus palabras... Saludos!!
Me alegro mucho Andrea. Un placer conocerte y otro que me comentes! Abrazos
Precioso.La REFERENCIA en mayúsculas,me encanta! Besos
Hermoso reconocimiento.
Un abrazo.
Delicioso recordatorio de lo que es en verdad importante, de lo que nos marca y nos hace ser lo que somos, como somos. Las palabras llegan muchas veces donde los gestos o un abrazo no pueden penetrar. Las tuyas habrán llenado de justo orgullo a tu progenitora. Enhorabuena Pepa por haber sabido encotrar esas palabras.
Pilar Alberdi, muchas gracias!
Stradivarius, es cierto, las palabras llegan en muchas ocasiones donde el sentimiento las lleva, donde aguardan escondidas esperando su justo lugar, donde una sonrisa no necesita más...Gracias por vuestros comentarios.
Pepa Fraile
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