Jugar al pleno. Ser, sentirse y hacerse mayor son estados más o menos irreversibles que no se conjugan al mismo tiempo en muchos momentos de la vida. Podemos ser mayores cuando nos hacemos mayores o no. Podemos sentirnos mayores sin ser mayores. Y, bajo mi humilde opinión, nos hacemos mayores cuando ya lo somos y nos sentimos.
Siempre hay personas que se han sentido mayores antes de serlo y lo peor, que se han hecho mayores antes de serlo. No sabria decir. Yo me sentí mayor por primera vez en mi vida el dia que no fuí a enterrar la sardina por primera vez. Fue una sensación de tristeza porque hasta entonces eso formaba parte de una tradición que hacían todos los niños y niñas de mi entorno. No enterrar en el campo aquella rica sardina vestida de hawaiana fue para mí un síntoma muy claro de que algo estaba cambiando. Qué curioso. Mis hijas no han enterrado nunca ninguna sardina, entonces...cuándo se habrán sentido mayores por primera vez? Ser mayor ante la ley de lo indican los 18 años, sentirse mayor seguramente te lo indica el entorno en el que te mueves en la vida y hacerse mayor, con todas sus consecuencias, pertenece al género de la autosuficiencia bajo mi punto de vista, aunque seguro que hay excepciones que rompen esta humilde regla. No se puede ser mayor si te lo encuentras todo hecho, si no asumes tu realidad, si no luchas por lo que quieres y a donde quieres llegar, pero de verdad. Hacerse mayor, con canas o sin ellas, es sentir el necesario peso de la responsabilidad, para hacer lo que te gusta, lo que se debe y lo que te permite avanzar en tus propósitos. Hacerse mayor es saber dónde estás y a dónde quieres llegar, divertirte, trabajar, ser solidario, saber ponerse en siempre que puedas en el lugar del otro, hacer progresos en el mobiliario de tu cabeza, ser respetuoso con los demás, expresar tus opiniones y aprender a disfrutar de lo que tienes sin perder de vista qué va después.
Ya sé que esto es más fácil cuando ya eres mayor.
Muchos de nuestros jóvenes son mayores porque sus cuerpos les delatan, se sienten mayores porque con un poco de suerte encuentran una vida fácil y egoísta en la que sólo tienen que pedir sin dar demasiado y una vida cómoda que sólo reconocerán cuando tengan unos años más, en los que no les toque de otra que hacerse mayores o fracasar.
Ojalá logremos ayudarlos lo suficiente para hacer de ellos personas capaces de distinguir qué experiencias les ayudarán a hacerse mayores. Buenas personas que conseguirán hacerse mejores cuando sean mayores. Con eso estoy con el sabio pensamiento de que en lugar de preocuparnos de qué mundo les dejaremos a nuestros hijos, seria mejor plantearse qué hijos les dejaremos a este mundo. Hay que quererlos mucho.
Siempre hay personas que se han sentido mayores antes de serlo y lo peor, que se han hecho mayores antes de serlo. No sabria decir. Yo me sentí mayor por primera vez en mi vida el dia que no fuí a enterrar la sardina por primera vez. Fue una sensación de tristeza porque hasta entonces eso formaba parte de una tradición que hacían todos los niños y niñas de mi entorno. No enterrar en el campo aquella rica sardina vestida de hawaiana fue para mí un síntoma muy claro de que algo estaba cambiando. Qué curioso. Mis hijas no han enterrado nunca ninguna sardina, entonces...cuándo se habrán sentido mayores por primera vez? Ser mayor ante la ley de lo indican los 18 años, sentirse mayor seguramente te lo indica el entorno en el que te mueves en la vida y hacerse mayor, con todas sus consecuencias, pertenece al género de la autosuficiencia bajo mi punto de vista, aunque seguro que hay excepciones que rompen esta humilde regla. No se puede ser mayor si te lo encuentras todo hecho, si no asumes tu realidad, si no luchas por lo que quieres y a donde quieres llegar, pero de verdad. Hacerse mayor, con canas o sin ellas, es sentir el necesario peso de la responsabilidad, para hacer lo que te gusta, lo que se debe y lo que te permite avanzar en tus propósitos. Hacerse mayor es saber dónde estás y a dónde quieres llegar, divertirte, trabajar, ser solidario, saber ponerse en siempre que puedas en el lugar del otro, hacer progresos en el mobiliario de tu cabeza, ser respetuoso con los demás, expresar tus opiniones y aprender a disfrutar de lo que tienes sin perder de vista qué va después.
Ya sé que esto es más fácil cuando ya eres mayor.
Muchos de nuestros jóvenes son mayores porque sus cuerpos les delatan, se sienten mayores porque con un poco de suerte encuentran una vida fácil y egoísta en la que sólo tienen que pedir sin dar demasiado y una vida cómoda que sólo reconocerán cuando tengan unos años más, en los que no les toque de otra que hacerse mayores o fracasar.
Ojalá logremos ayudarlos lo suficiente para hacer de ellos personas capaces de distinguir qué experiencias les ayudarán a hacerse mayores. Buenas personas que conseguirán hacerse mejores cuando sean mayores. Con eso estoy con el sabio pensamiento de que en lugar de preocuparnos de qué mundo les dejaremos a nuestros hijos, seria mejor plantearse qué hijos les dejaremos a este mundo. Hay que quererlos mucho.
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