5 may 2013


Mi madre Y LA REFERENCIA


Mi madre: LA REFERENCIA


 Durante muchos años mi madre, viéndome con los pelos de punta un día sí y otro también, conocedora de uno de mis más grandes deseos, me ha ido recordando que algún día podría escribir y dar rienda suelta a mi imaginación cuando me hiciera mayor, cuando mis hijas crecieran, cuando mi vida dejara de ser una carrera insatisfecha a contrarreloj en la que me sentía desfallecer quitándole tiempo al tiempo, cuando aplacara mi ansia de abarcar más de lo que podía apretar… Cuando Las siete verdades de Elena pudiera al fin convertirse en una de las historias que siempre quise contar. Y así ha sido, como no podría ser de otra manera.
Las madres siempre aciertan.
Ahora dispongo de algunas horas que siempre necesité, aún pagando el peaje que eso inevitablemente conlleva: más años, más arrugas… y también más vida vivida y el fruto de algunas siembras. Satisfacciones efímeras que retengo, guardo y administro como mi tesoro.
Ella, con todas las imperfecciones del ser humano, ha sido y es imprescindible. Un ejemplo de honestidad, esfuerzo y superación, un punto en el que mirar hasta en las ocasiones en las que su reflejo me ha servido para cambiar el rumbo, un eco, una muestra de amor eterna, un hondo suspiro, un paso firme, un orgullo, un te quiero, un hasta siempre, un hasta el cielo, un poema…LA REFERENCIA en mayúsculas.



PepaFraile 2013

6 comentarios:

Andrea Valenzuela Araya dijo...

Me encantaron tus palabras... Saludos!!

Unknown dijo...

Me alegro mucho Andrea. Un placer conocerte y otro que me comentes! Abrazos

Unknown dijo...

Precioso.La REFERENCIA en mayúsculas,me encanta! Besos

Pilar Alberdi dijo...

Hermoso reconocimiento.
Un abrazo.

stradivarius dijo...

Delicioso recordatorio de lo que es en verdad importante, de lo que nos marca y nos hace ser lo que somos, como somos. Las palabras llegan muchas veces donde los gestos o un abrazo no pueden penetrar. Las tuyas habrán llenado de justo orgullo a tu progenitora. Enhorabuena Pepa por haber sabido encotrar esas palabras.

Unknown dijo...

Pilar Alberdi, muchas gracias!
Stradivarius, es cierto, las palabras llegan en muchas ocasiones donde el sentimiento las lleva, donde aguardan escondidas esperando su justo lugar, donde una sonrisa no necesita más...Gracias por vuestros comentarios.
Pepa Fraile

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